No abras los ojos (relato Exprés)




Mi nombre es David y tengo 18 años recién cumplidos Vivimos mi familia y yo en Valencia. Tengo dos hermanos, Carlos de 24 años y Cesar de 15. Mi hermano Carlos se casó hace dos meses y lo añoro mucho. El fue mi mentor en muchas cosas, pero eso lo contaré en otro momento... Nuestra madre trabaja en una fábrica en el turno de noche, por lo que nos quedamos solos Cesar y yo... Mi padre no está. Nunca está. Prefiero no hablar de él. A las 21:30h cada noche se va mi madre y, antes de irse, me pide que cuide bien de mi hermanito, aunque eso de hermanito es un hablar porqué César ya tiene pelos en los cojones, lo sé de sobras,y no es ningún niño. Pero como su hermano mayor que soy,me toca estar pendiente de él. Y eso hago yo, pero a mi manera.

Yo ahora no tengo novia. Tuve una el año pasado. Me dejó o yo la dejé a ella. Da igual. A mis 18 años, os podeis imaginar lo cachondo que estoy siempre. Me hago dos o tres pajas al dia, pero la mejor es la de la noche. Sin discusiones.

Y es que resulta que cuando se va mi madre, nos subimos a la habitación mi hermano y yo y poniamos alguna peli porno en el portatil. Y entonces nos quedabamos en pelotas los dos, cada uno en su cama y empezaban las pajas.

Mi hermanito, pese a tener 15 años, ya estaba bien desarrollado. De hecho, tiene casi más pelos que yo en las piernas y en el pubis. Su polla es bien hermosa. Calculo que empalmado le medirá  unos 17 cms. La tenia bien estudiada, puesto que no le quitaba ojo mientras él se pajeaba. Aunque estaba bien crecidito, el pobre no tenia mucha idea de pajearse, porque lo hacia en seco, sin escupirse en la mano para que la saliva lubricara y asi sentir más gustito. A parte de que se la machaba rapidamente y no tardaba en correrse.

Una noche se lo dije.

- Cesar, no te haces bien las pajas. Tienes que mojarte la polla para que baje mejor el pellejo. Además, tienes que pelártela con movimientos más lentos, para que te de más gusto, chaval.
- Te veo a ti que te escupes en la mano, pero me da un poco de asco- me respondio.
- No seas tonto, tío. Asi notas que es como si te la chuparan.
-¿Y eso mola?- me preguntó.
-¡Ya verás si mola! Vente a mi cama -le dije pensando en hacerle una demostración.

En una fracción de segundo, tenía a mi hermano, desnudo, en mi cama, pegado a mi y con la polla bien tiesa. Le pedí que cerrara los ojos y tras babearme bien la mano, le agarré su polla y empecé  a masturbarlo. No se cómo me dio ese puntazo, supongo que era porque yo admiraba esa polla. Al principio mi hermano se apartó un poco, pero al sentir como le agarraba el capullo, subiendo y bajando despacio por la base, me dejó hacer. Así estuve un buen rato, a la vez que soposaba su miembro con mimano. Lo noté bien duro, claro, y caliente. Curiosamente me pareció algo rugosa, en comparación con la mía... Pero no me importó demasiado. Yo seguí con mi paja, ahora cada vez más cada vez más fuerte y rápido. Todo aquello me ponia a mil y casi que gemía yo mas que él. Cesar gritaba mi nombre y decía muchas guarradas.Tamibén me rogaba más velocidad.

En lugar de eso paré la paja y aprovechando que seguía con los ojos cerrados. me metí toda su polla en la boca. No me váis a creer pero os juro que aquella fue la primera verga que me comí en toda mi puta vida. En el fondo yo anhelaba comerle el rabo después de verle cada noche como se pajeaba en su cama.

-¡Bufff, David, así mucho mejor! - suspiró mi hermano sus sospechar que se la estaba chupando. César cada vez gemía mas fuerte, y me parecía que  su polla se ponía aún mas dura si cabe. Era evidente que iba a correrse.

Me saqué su rabo de la boca y le dije:

-Ahora biene lo mejor. Ya verás cuando te corras como gozas más.
-¿Vas a seguir hasta que me corra? - me preguntó abriendo los ojos. Parecía sorprendido aunque no mostraba rechazo ninguno. Sin duda aquello le gustaba demasiado. Por suerte yo me habia incorporado y como yo aún tenia su miembro agarrado con mi mano, no sospechó nada... El pobre incuato experimentaba su primera mamada sin saberlo.
De modo que con mi otra mano, le cerré los ojos.

-Confía en mi hermanito, córrete sin miedo.  Pero hazme caso. No abras los ojos y así lo   gozaras más
-¡Qué buen hermano eres! -contestó entre suspiros.

Me volví a amorrar a su sexo, metiéndome toda su polla en la boca, intentando que no me provocara arcadas, para no delatarme. Al minuto, noté como su verga se hinchaba. César movia sus cadera arriba y abajo, como follándome la boca sin él saberlo. Entre fuertes gemidos, y gritos de placer, sentí como se inundaba mi boca con su leche caliente. Fueron al menos 6 o 7 chorros enormes de semen, y mientras se corría le seguí chupando hasta que empezó a deshincharse. 

Mi hermano abrió sus ojos y eran puro agradecimiento. Se abalanzó sobre mi en un fuerte abrazo fraternal.

-¡Muchas gracias David! ¡Menudo pajote! ¡Ha sido la mejor experiencia de mi vida!

Se dispuso a volver a su cama, pero antes miro mi mano. Esta lucía normal, limpia.

Jolín, si que te has limpiado tu mano de mi pronto mi leche!

Yo lo sustuve la mirada.

-¡Tienes la mano  bien limpia! ¡No te he salpicado nada!

FIN
Autor: Bisexualstraight publicado en Relatosonline.com

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