De vacaciones con mi esposa y mi hijo.
...Papá ¿se te puso duro el pito?... Este... Si hijo. Es por el frío del agua -dije con el tono lo más natural posible...
Después de un año de casados tuve un hijo con mi querida esposa.
Pase muchos años tranquilo; bueno con algunas aventurillas propias de todos los hombres y he de admitir tengo cierto pegue para ambos sexos, en especial la gente joven, pero nada que afectara mi matrimonio.Vi crecer a mi bebé y llegando a la pubertad era treméndamente inquieto, despierto y ciertamente precoz. Creo que era de herencia, No me espantaba. A su edad yo era también así, Ahora a mis 38 años trataba de ser su amigo y padre, cosa difícil que bien saben los que tienen hijos de esa edad. Es la edad del cerillo y con poca cosa se encienden y su mente vuela, más aun mi retoño. Lo que trato de contarles sucedió en unas vacaciones en una tarde. Mientras nadaba con mi hijo en el mar lo ayudaba a sortear las olas. Él se montó en mi espalda y por accidente sus pies rozaban mi bulto. Por instinto natural mi cuerpo reaccionó y tuve una semierección y para mi tremenda sorpresa mi hijo me dijo:
-Papá… ¿se te puso duro el pito?
-Este….si hijo es por el frio del agua- dije con tono lo mas natural posible.
-Lo tienes bien tieso papá- añadió, mientras uno de sus pies me tocaba suavemente.
-Sí….es por….el frio- maticé yo mientras lo bajaba de mi espalda y oteaba a mi alrededor, temeroso de haber sido vistos en esa extraña situación por algún bañista cercano.
Por suerte no había nadie cerca. Su mamá estaba en la orilla tomando sol y la gente más próxima se hallaría a mas de 15 metros de distancia. Por distracción una ola nos arrojó a la orilla, revolcándonos en la arena. Riendo nos levantamos y comprobamos que teníamos los trajes de baño llenos de arena. Volvimos hacia la parte donde antes estábamos y abrí mi traje debaño para sacudirme pero realmente no salía del todo. Mi hijo hacia lo mismo y le pasaba igual. De repente e imagino que como se sentía en confianza se bajo el traje y sus blancas nalgas asomaron, paradas y duras como todo púber de su edad que hace ejercicio. Tenia las nalgas como su madre, llenas, paradas y bien formadas... El caso es que ver su colita me remordió la conciencia y desvié la vista hacia otra parte para darme la vuelta, y me bajé el traje para sacarme la arena de mi cuerpo. De repente, escucho a mi lado a mi hijo decir:
-Papa déjame ver tu pito.
Y vino hacia mi, asomándose por mi derecha.
-Pero……no…no debes…. ¿por qué quieres verla?- le pregunté. Me sentía incómodo.
-Nada más…. por curiosidad. Nunca he visto una de adulto.
Luego de pensarlo un momento le dije:
-Bueno pero rápido no sea que venga alguien...
Él terminó de asomarse a mi lado y miró.
-¡Woooooooooow papi es grande! -exclamó- ¿Está parada?
-Pues… Es… Es normal… Creo... Un… Un poco… Ya te dije el por qué.
-¿Puedo tocarla?
Y sin darte tiempo a responder añadió:
-!Anda papa!¡Sólo un poquito!- exclamó sin pena. Luego preguntó a bocajarro: ¿Tú te masturbas?
Yo tragué saliva
-Hijo no esta bien que me preguntes eso... No debe ser. Yo soy tu padre.
-¿Es malo papa? ¿Es malo masturbarse?
Y acto seguido:
- ¡No te enojes conmigo! ¡Quisiera masturbarte un poco pa ver lo que es!
¿Qué podía hacer? Tenía a mi hijo pidiéndome algo que nunca pensé que me pediría. Cierto es que había dejado a algunos chicos hacerrmelo cuando estaba mas joven. Si me negaba quizás se enojaría conmigo y le causaría una idea equivocada de las cosas. Si esa era su manera de preguntarme por el sexo, opté por saciar su curiosidad. Que me tocara un poquito no más y luego le hablaría de la masturbación.
-Bueno hijo… Tócalo… Yo miro que nadie se acerque- dije tragando saliva nervioso por cómo abordar el tema de hacerse pajas con alguien tan joven como él.
Y entonces sus manos atraparon mi verga, acariciándola, lo que provocó que se pusiera más dura. La recorrió despacio, de arriba abajo, provocando corrientes eléctricas hasta mis testículos. Mi piel se erizaba y yo comenzaba a sentir cosas extrañas cercanas al placer... Trataba de controlarme, pero era algo tan cachondo, que muy a mi pesar me dejé llevar y empecé a disfrutar de ese manoseo de sus juveniles manos.
-¡Se siente calientita! -exclamó mi hijo- Esta tiesa papá.. Pero suavecita.
Me miraba extasiado y entonces caí en la cuenta que él parecía estar disfrutando con aquello mucho más que yo.
-¡Ya está, detente hijo que pueden vernos y podrían pensar mal!
Quise detenerlo pero no hice ningún esfuerzo para que retirara sus manos de mi sexo.
De repente su mano se cerró y empezó a subir y bajar a lo largo de mi verga, provocándome excitantes sensaciones.
-¿Aaaaahhhh….hijo…n……no….lo…ha…ahhhh…..gas! -exclamé mientras cerraba mis ojos disfrutando de la caricia. - ¡N...N... No sigas con eso!
-¡Se siente…..padrísimo…..papaaaaa! -le oí susurrar- Está bien duro- añadió con voz temblorosa.
-Hijo. ¿Qué haces? -me oí decicr tamibén entre susurros- Nno debes… No es correcto.
-¿Por qué papá?... Eres mi padre…Soy tu hijo y te quiero- dictaminó él moviendo su mano de arriba a abajo sobre mi durísima verga.
-¡Pero hijo mío yo también te quiero pero no es así como se habla de la masturbación entre un padre y su hijo!
Sus manos seguieron trabajando mi polla. El único sonido cercano el chapoteo de sus brazos en el agua mientras me masturbaba.
-Desde que lo vi en una película porno tenía deseos de hacértelo- confesó él.
-Pero ¿por qué a mi hijo? -le pregunté mientras me abandonaba al placer de sus caricias en mi verga.
-Por que no lo haría con un extraño ni un amigo… Prefiero que seas tu papá- concluyó.
Ahí estábamos mi hijo y yo. Él masturbando de manera consiente y deseosa a su padre, y yo gozando y derribando todos mis escrúpulos. Decidí que lo mejor para salir airoso de aquella situación era abandonarme al placer de sus manos, las de mi hijo, que habíaa logrado que mi verga se pusiera erecta a tope y bien dura. La sensación de sus manos con el agua era indescriptiblemente erótica y morbosa. Sus suaves manos subían y bajaban y una de ellas acaricio con ternura mis peludos huevos y luego subió para jugar con mis vellos púbicos, explorándolos, provocándome temblores de excitación en todo el cuerpo.
-¿Te gusta papa? ¿Te gusta como lo hago? ¿Así esta bien?-preguntó mirándome con ojos vidriosos y llenos de excitación...
-Carai hijito lo haces muy bien . ¿Lo habías hecho antes?- le pregunté entre callados gemidos.
-No papito a nadie -confesó- Yo me masturbo diario... Pero quería hacértelo a ti y verte feliz.
En ese punto, yo incapaz de controlarme, exclamé entre susurros:
-¡Ay hijito que rico!¡Sácame toda la leche de mis huevos, andaaaaaa!
-¿De verdad papito que echaras tu leche? ¡Qué bien!
Y aceleró sus caricias.
En un rápido movimiento lo vi zambullirse y meterse mi verga a su boquita. Sus labios atraparon mi tronco y su lengua paseo brevemente por mi glande. La chupó ligeramente, provocándome una feroz excitación. Era la primera vez en mi vida que me la comían bajo del agua. Y me lo estaba haciendo mi retoño. Si yo no me volvía loco en aquel punto, yo no me volvería loca nunca.
-¿Te gusto lo que hice papa?- me preguntó cuando volvió a emerger del agua, mirandome con ojos de deseo y volviendo a tomar mi durísima verga, masturbándome de nuevo.
-Sí hijo me gustó mucho pero ya detente por favor -le rogué yo a punto de venirme.
-¿Vas a echar tu leche?- inquirió moviendo aún más rápido su manita sobre mi durísimo tolete.
-¡Oh si hijo si! -exclamé perdido- ¡Tu papá va echar toda leche que tiene en los huevos!
-Hazlo papá quiero verla... Échala… Échala toda papito -dijo él mientras movía su manita más rápido.
-¡Tómala hijo tómalaaahh!- grité sin importarme si pudiera alguine oirme.
Eyaculé violentamente en el mar. Mi semen se mezclo con el agua..
-¡Wow papito cuánta lechita echaste! - dijo sin soltarme provocándome espasmos de placer.
- ¡Ya por favor….suéltame hijito! lee rogué- mientras lo veía tratar de agarrar mi semen, que se perdía en el agua salada.
-Sí papá. Pero prométeme que me dejaras hacerlo de nuevo.¡Prometemelo!
-¡Siiii! -susurré- Te lo prometo pero suéltame ya.
Por fin me soltó.

AUTOR: Renovatio111
PUBLICADO ORIGINALMENTE EN: Sexo sin tabúes
HOY CONOCIDA COMO: Sexo sin tabués 3.0
EDITADO por: Watch
Comentarios
Publicar un comentario
Exclusivo para mayores de 18 años.
No se admiten:
- Enlaces a páginas personales de redes sociales.
- Intercambios de números de teléfonos y/o correos electrónicos
- Anuncios personales de ofrecimientos sexuales y/o otro tipo de interrelaciones sociales.