Mi hermano y yo




Esta historia es verdadera nunca pensé que esto me fuera a pasar a mí. Me llamo Luis, en ese entonces yo tenía 19 años y tengo un hermano de mi misma edad llamado Rodolfo.

Mi hermano trabajaba en un centro comercial y yo trabajaba en un almacén. Con tanto ejercicio tengo mi cuerpo muy bien esculpido y mi hermano también pero al contrario el va a el gym. Un día nuestros padres salieron a un viaje de 2 semanas, ellos llevaban planeando por mucho tiempo ese viaje. Nosotros como siempre íbamos a la escuela y al trabajo. Pero un día por cuestiones misteriosas ninguno de los 2 íbamos a tener clases durante una semana, a mi hermano se le ocurrió que si pedíamos permiso en los trabajos para poder pasar más tiempo juntos, a mi me pareció una muy buena idea.

Después de 2 días nos empezamos a aburrir muchísimo y pensé que como éramos unos hermanos muy abiertos le podía decir cualquier cosa y le dije que se me antojaba ver una película porno y él muy amable me la fue a comprar, los dos nos pusimos a verla, la verdad como que no me gustó mucho y él se dio cuenta, se fue y a mí me extrañó muchísimo, cuando el regresó me dijo -Te traigo algo que espero que te guste. yo con cara de incrédulo le dije, -ok…

Al poner el video observé que era un video porno gay, yo me saqué de onda pero después de verlo un rato me empecé a excitar y mi hermano se dio cuenta, fue muy discreto, sin querer observé un bulto que empezaba a palpitar debajo del pantalón de Rodolfo y se me hacía agua a la boca, después de un tiempo se empezó a bajar el pantalón muy lentamente, como esperando que yo me excitara cada vez más, de repente vi que se empezó a masturbar muy caliente y yo lo seguí inconscientemente.

Sentí algo frío tocando mis bolas y volteo y era la mano de mi hermano, yo no me opuse a eso. En mi mente pensé – ya no aguanto-. En un momento me agaché y empecé a lamer el pene a mi hermano, por mi mente pasaban mil cosas: como que él era mi hermano, que no podía creerlo que después de 19 años de pensar que era 100% hetero sexual esté lamiendo el pene a mi hermano.

El empezó a gemir y a decirme… – ¡Quee ricooo!, aahhhhh…

Yo empecé a lamerle las bolas y el tronco, él agarrándome del cabello me empujaba cada vez más fuerte para que me tragara todo su pene. Yo me sentía realmente excitado nunca pensé que mi primera vez teniendo sexo oral fuera con Rodolfo, mi hermano, pero eso no tuvo nada que ver.
Después de un rato sentí una cosa deliciosa entrando en mi boca, mi hermano se había venido en mi boca, sentí como unos 8 o 9 chorros de una leche cálida y con un sabor muy rico pasaba por mi garganta, escuché un grito de placer muy excitante, mi hermano me alzó la cara y me dio un gran beso, de hecho el mejor beso que nunca en mi vida había sentido.

Me preguntó- -¿Te gusto? espero que sí, ahora es mi turno de complacerte.

El tomó mi pene entre sus manos y me lo empezó a mamar de una forma tan rica y pareciera con tanto amor como ninguna de mis novias me lo habían mamado antes. Después de un rato sentí como me empezaba a correr, le grité, -Ooooooohh, me corro. Sentí como mi leche le salpicaba por toda la cara, él siguió chupándomela hasta sacarme la última gota de leche.

Después de eso Rodolfo quitó el video, lo rompió y lo tiró a la basura. Yo no me lo explicaba pero no le di importancia. Le dije que nos metiéramos a bañar y él aceptó, después de varios días de hacer lo mismo me aburrí y ya no lograba la misma erección que antes. Mi hermano se preocupó por que pensó que era su culpa, le dije:

-Es que ya no quiero hacer lo mismo, creí que era algo cortante pero era lo que sentía. -Está bien, dijo, intentaremos algo diferente, pero te lo advierto te va a doler. -No me importa, solo quiero estar más tiempo contigo.

Me llevó de la mano al baño, nos desvestimos y nos metimos a bañar, él me empezó a masturbar y me preguntó:

-¿Estás listo?

A lo cual solo respondí que sí con mi cabeza.

Se enjabonó su mano y empezó a tocarme mi culo y empezó a meterme los dedos, primero uno después dos y terminó con tres, yo me excité muchísimo. Luego sentí la cabeza de su pene intentando metérmelo, después de varios intentos lo logró, sentía algo raro, entre un dolor fuerte y un gozo tremendo.

Poco a poco fue penetrándome más y más rápido y fuerte, yo gritaba de dolor y gozo. El preocupado me preguntaba:

-¿Estás bien?, sino paro… -No, estoy bien sigue- le contesté. -¿Seguro? -Segurísimo sigue…

El me tomaba por la cintura penetrándome con mucha excitación, finalmente se vino dentro de mí, sentí una sensación de saciedad y deseo de más, él se agachó y empezó a mamarme el pene muy rico hasta que me vine en su boca, se levantó y me dio un beso súper apasionado y por primera vez probé mi propia leche.

Así todos los días teniendo sexo en diferentes partes de la casa y diferentes posiciones.

Hasta que llegó el día que regresaron nuestros padres, se sorprendieron al ver lo bien que nos llevábamos. Pero solo mi hermano y yo sabíamos la verdad.

Y esto sigue hasta hoy en día, siempre que hay una oportunidad de juntar nuestros cuerpos, nunca lo desperdiciamos, y es un placer que no lo cambiaría por nada.

Esta historia es verdadera, me pasó a mí, espero que les guste bye…

Autor: Tabris
Publicado en Los Relatos del Marqueze.com

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