Sorprendido por mi tío

Mi tío estaba pasando una larga temporada en mi casa y aquel día mis padres, se habían ido de fin de semana a la capital. Después de cenar nos sentamos a ver al televisión, pero como siempre no hacían nada que valiera la pena de ver, y fuimos a dormir.

Mi habitación estaba pegada a la suya, antes de ir a la cama fui al baño de mis Padres ya que mi tio estaba en el otro meando supongo, y yo hice lo propio en el mío, cuando acabé de sacudírmela busqué en el cesto de al ropa sucia a ver si encontraba un afrodisiaco para incitar una buena paja, ya que siempre tenía ganas como es normal a mis dieciocho años.

Guarde las bragas en mi bolsillo y cerré la puerta tras de mi al entrar en mi habitación. Me quedé en pelotas tumbándome en la cama y mientras con mi mano izquierda acercaba aquella prenda olorosa a mi cara, con la derecha empecé a darme gusto lentamente. Cuanto más dura se me ponía más chupaba el tejido impregnado de flujo femenino. Sin darme cuenta empecé a jadear de gusto y supongo que esos jadeos fueron oídos por mi tío. Este llamó a mi puerta con los nudillos. Me tapé y dije adelante. Y mi tio entro sonriendo en mi habitación, 

-¿Qué te pasa?

-Nada. Es que me pican mucho las piernas y me estaba rascando.

-¿Cuáles te pican, las laterales o la del centro?

Yo comprendí que no valía la pena mentir, ya que mi erección era visible aún bajo las sábanas.

-Me la estoy machancando tio ¿por?

Él se sentó en el borde de mi cama y vio las bragas. Las cogió y mirándolas sonrió con malicia.

- ¿Estas caliente, niño?

- Si mucho la verdad.

-A ver cómo la tienes guapo.

Agarró las sabanas que aún me cubrían y me destapó. Acto seguido pareció que se había prendado de mis atributos sexuales.

-¡Uffff, que pija tienes cabrón! Es una pena que te tengas que hacer un solitario, estando los dos solos en casa.

Sin esperar nada, acercó lentamente su boca a mi glande inflamado y empezó a lamerlo como si se tratara de un helado. A mi aquella lamida me trastocó e hizo que cerrara los ojos y me dejara lamer por aquella boca experta. Poco a poco paso a de mi polla a mi huevos y levantando mi pito se amorró en mi cojones, metiéndose uno en la boca con lasciva. Luego pasó al otro. Pronto mis huevos se sentían húmedos por la saliva que babeaba de su boca. Yo levanté las piernas y dejé toda mi regatera trasera(1) a su vista esperando que me sodomizara con su lengua hasta dentro. Él hizo lo propio y me dio por el culo con aquella lengua lujuriosa, que me entró toda.  Y mientras el estaba amorrado yo me daba a fondo una paja enorme. Sin sacar la lengua de mi culo, pasó su pierna por encima de mi cara, dejando su enorme pija negra en mi boca para que se la chupara. Yo me llene la boca de saliva y empecé a tragarla hasta la garganta. Él apretando mis nalgas se limitó a follarme la boca alocadamente. ¡Joder, qué polla tenia mi tío...

Cuando supuso que mi culo estaba preparado me preguntó: ¿Quieres que te lo llene?

-¡A que esperas!

La sacó de mi boca, el tronco chorreando, saliva y la acomodó en mi ano hambriento. Su gordo capullo me coronó el esfínter y me la metió hasta los huevos sin contemplaciones. ¡Joder! Yo me moría del gusto y él no dejaba de bombear dentro de mi trasero, mientras yo me la machacaba violentamente. Era la primera vez que me petaban el culo y me estaba gustando. Todo fueron gemidos y suspiros.

-¡Lo tienes lleno cabrón!  -gritó mí tío sin dejar de follarme- ¡Qué gusto me estas dando! 

De pronto enloqueció y empezó a follarme tan fuerte que mi ano parecía que se iba a rajar, como si fuera a partirme en dos mitades. Y luego se detuvo y se quedo quieto y rígido mientras soltaba un chorro enorme y caliente dentro de mi, jadeando. Se tumbó de lado sin sacarla hasta que se le quedo flácida, dentro de mi culo. Finalmente su verga  le salió de mis entrañas y su semen fue resbalando de mi dilatado ano.

-Tendremos que ducharnos -dijo- Nos hemos puesto perdidos.

Después de asearnos nos pasamos toda la noche tocándonos y pajeándonos el uno al otro, hasta que lo hice mío follándome su culo.

(1) Nalga.
FIN.
Autor Anónimo.

Comentarios