Una gran relación

La primera vez que vi un pene fue con mi mejor amigo Cristian. Tenía una verga bien dotada. Pero siempre me había llamado la atención la verga de mi padre. Con cualquier clase de ropa que usara, siempre se le notaba un gran paquete. Me gustaba espiarlo cuando se cambiaba. No había podido ver más allá de los bóxers pero si que se que me parecía algo privilegiado. 

Una tarde que estaba en casa durmiendo, no había nadie más que el y yo, decidi hacer algo. Entré a su cuarto, el estaba solo con una pantaloneta blanca donde se le marcaba bien su paquete. Me acerque y lo toque, no aguante más y saqué su pene y lo lamí, chupé y tragué como si mi vída dependiera de ello. Mi padre se despertó pero estaba tan excitado que no me impidió nada, me dijo que me desnudara y lo hice, luego me empezó a lamer del cuello hasta el pecho y me dijo que ese dia me iba a mostrar que el era mi padre, mi dueño y mi amante. Y así fue! Mi pene es grande, pero el suyo más. Chupé su verga lentamente, cada disfrutaba cada centímetro de esa rica verga, luego suavemente me dijo al oído que me diera la vuelta, que era momento en que me hiciera suyo, lamió mi eje de una forma tan rica y experta. Preparaba el camino, esa lengua hacia magia ahí, luego empezó a meter esa rica verga dentro de mi culo, yo había estado con mi mejor amigo pero solo mamadas y pajeadas, pero ahora estaba con este hombre que siempre había querido. Me excitó tanto que el dolor se convirtió en placer, empezó con movimientos suaves, ricos, deliciosos, luego de un tiempo empezó a moverse cada vez más y más duro, hasta llegar al punto que me estaba penetrando de una forma salvaje pero deliciosa!!! Hizo a que yo llegara al climax y acabe y el al sentir como mi culito se cerraba y abria. Luego él llegó al climax también y acabó dentro de mi. Ese día me cojió como nunca antes. Tomamos un baño y luego nos dormimos juntos por el resto de la tarde. Tenemos una gran relación como padre e hijo y más aún, como amantes. 

Por Ian Villatoro