EL HIJO DE UN SOLDADO. CUARTA PARTE Y FINAL.
El olor de la carne a la parilla llego a mi nariz al abrir la puerta que da al patio. Salude a papa, que estaba frente a la parilla con una musculosa blanca muy ajustada y un pantalón muy corto de jean azul que dejaba a la vista unas marcadas piernas peludas. Con su mano derecha agarraba una cerveza y en la otra una pinza de cocina con la que acomodaba la carne en la parilla.
-Como todos mis asados.
-Vuelvo enseguida, me voy a dar una ducha rápida -respondí.
-Bueno, no te tardes que ya va a estar listo.
Me despojé de la ropa y entre en la ducha. Desde una ventana podía ver a mi padre en el patio frotando su mano a través de su abdomen. Desde arriba, sus hombres parecían más amplios y más musculosos. Sentí un movimiento en mi pija, incline mi cabeza y noto como crecía. La tome en mi mano y la jale lentamente hacia arriba y hacia abajo. "Bueno solo a bañarse, no tengo tiempo para pajas" me dije en voz alta. Bajo los chorros de agua caliente enjabonaba enérgicamente mi pecho y mis brazos, removiendo la suciedad y el sudor acumulado aquel día. Baje mis manos por mi polla todavía erecta deslizando el jabón por todo mi tronco duro. Acaricie mis bolas cubiertas de espuma y luego mis manos recorrieron mis piernas y mis firmes y lampiñas nalgas, sintiendo que con cada contacto de mis dedos en mi ano, este se iba dilatando.
"¡Bueno date prisa! ¡La comida ya esta lista!, gritó papá a través de la puerta entreabierta del baño.
"Ay mierda", dije cuando el jabón desalo de mi mano y golpeo mi pie. La voz de mi padre me había sorprendido.
"Ya termino"
Papa entro repentinamente en el baño.
"¿Estas bien?”, me pregunto
"Si". Bien" respondí nerviosamente mientras que rápidamente me metía en la esquina de la lucha para ocultar la erección. No podía ser descubierto otra vez.
"Muy bien. Buenos vamos" y salió del baño.
Agarré la toalla rápidamente y luego me puse el bóxer y el short que estaban empapados de sudor. Mientras atravesaba la puerta apareció mi padre y me entrego una botella de cerveza. “¡Feliz Cumpleaños!” grito alegremente.
“¿Y para qué es esto?” pregunte.
“Para que la tomes, para que va ser si no”
“¿En serio?” Pregunte sorprendido.
"Bueno, si. Es una ocasión muy especial"
“Genial, gracias" y me lleve la botella a la boca. Pero el primer sorbo no me cayó nada bien.
"Es cerveza negra. Toma un tiempo acostumbrarse"
Decidido a acostumbrarme levante de nuevo la botella y tome varios sorbos mientras caminaba con mi padre a un lado mío.
Papa y yo salimos al patio y nos sentamos mirando el sol que descendía por el borde de la costa de California. El cielo tomo un majestuoso tono violeta mientras que nosotros teníamos nuestra primera conversación significativa desde el accidente de mama, de hecho, por primera vez en nuestras vidas teníamos una charla de padre e hijo.
"¿Has pensado en volver a casarte papa?” le pregunté.
El miraba en silencio la botella en su mano. “Todavía no he dejado de pensar en mamá" “Extraño muchas cosas” dijo.
“¿Como cuáles?" Pregunté suavemente mientras me inclinaba sobre el respaldo de la silla para mirar las estrellas.
“Como tener a alguien con quien hablar… compartir cosas. La sensación de que tener a alguien en la cama"
Y la palabra cama se adueño de mi mente. Pensé en lo mucho que deseaba estar en la cama con mi papa solo para sentir el calor de su cuerpo sobre el mío. Eran pensamientos producto de la bebida. Y el efecto de esta sopa de la verdad era demasiado fuerte.
“Papa", dije con nerviosismo y temiendo lo que estaba por venir. "Se que me dijiste que no querías hablar de esto, pero esa noche en la cocina...
El no respondía.
“Siento mucho lo que sucedió... pero no pude evitarlo... nunca pensé en otro hombre antes, pero verte allí... fue demasiado para mi y no pude aguantarme.
Esperaba alguna reacción por su parte pero no dijo nada.
Giré la cabeza hacia el. El soldado estaba sentado en su silla metálica con la cabeza inclinada sobre su hombro derecho. Demasiada cerveza y demasiado calor lo hicieron dormirse.
¿Pa? ¿Papa? Me levante y sacudí su cuerpo en vano.
Abrí la puerta, camine de vuelta hacia mi padre y lo levante del asiento. "Vamos, no me lo hagas difícil"
Colocado bajo el brazo de papa luche para conducirlo hasta dentro de la casa. Atravesamos la sala y llegamos al sofá. Allí lo acomode entre los almohadones y luego me senté en la silla de al lado bajo la suave incandescencia de una luz que pendía sobre mi cabeza.
Mire a través del vidrio de la botella a mi padre con el torso inmóvil sobre el sofá. Mi pija se movió en mi short y puse la mano sobre mi regazo y apreté con la palma de la mano aquel bulto que crecía rápidamente mientras que suave y muy despacio movía mi mano sobre el.
Me levante del ciento, me puse de rodillas sobre la alfombra y mire a papa cautelosamente. Puse una mano sobre su frente y el no se movió. Varias veces le susurre en el oído, pero nada. Manteniendo la mirada en el rostro del soldado mi mano se poso sobre su pecho. Se apodero de sus pectorales acariciándolos suavemente y sentí el endurecimiento de sus pezones al tocarlos con mis dedos y los apreté por sobre la camisa. Luego lleve una de mis manos a mi propio pecho y también apreté el pezón y mi cuerpo se estremeció. Incline hacia atrás la cabeza y disfrute del placer que estaba sintiendo en ese momento. Luego me agache, retire la mano y la reemplace con mis carnosos labios, humedeciendo la tela de la camisa que se trasparento y pude ver sus pezones a través de la tela. Mi pija ya no tenía lugar en mis pantalones.
Así que me paré, afloje el cordón de los pantalones cortos y los deslicé juntos con el bóxer hasta los tobillos y luego los patee a un lado. Ya desnudo volví a ponerme de rodillas frente a mi padre. Agarré mi pija con la mano izquierda apretándola con firmeza y aparecieron en su punta rosada unas gotitas de precum. Seguí jalándomela con la mano izquierda mientras que con la derecha intentaba desabotonar el pantalón de mi padre. Me fue imposible hacerlo solo con una mano, por eso deje de pajearme y con ambas manos abrí con delicadeza el jean de papa, que permanecía inmóvil.
Trate de bajarle el pantalón pero me fue imposible, estaban muy ajustados y apretados por el peso del cuerpo de mi papa. Con las manos temblorosas comencé a desabotonar la camisa y pude ver los peludos abdominales que se revelaban antes mis ojos. Una vez me incline sobre el y puse lengua y labios sobre la piel bronceada del soldado y sin despegarlas de ese vientre cálido mire el rostro paterno. No podía creer que todavía ante semejantes caricias el siguiera dormido.
Con un ligero beso saque la boca de la piel de mi padre y seguí desabotonando la camisa hasta llegar al ultimo botón y me detuve. Mire el festín que tenia ante mis ojos. El cabello oscuro que cubría el torso de papa… los pectorales que se destacan del resto del cuerpo sólidos por años de entrenamiento. Baje mi cabeza y bese el pezón más cercano a mi boca. Volví de nuevo a mirar su rostro y aun seguía dormido. Así que seguí chupando su carne con mi boca mientras que mi mano estaba apoyada sobre mi polla y esta todavía seguía firmemente erecta. Mi lengua húmeda recorría todo el pezón paterno cubriéndolo con mi saliva.
Coloque un par de dedos en el extremo del duro pezón y lo frote suavemente. Deslice la mano a través de los abdominales hasta que llegue a la cima que se levantaba en sus pantalones. Sacando la mano izquierda de mi polla le baja la cremallera y luego acaricie sus piernas llegando hasta sus rodillas y luego subiendo hasta la abertura del pantalón por donde deslice la mano derecha. Siguiendo el rastro de pelo en su interior mis dedos no encontraron resistencia, ya que mi padre no tenía puesto ningún calzoncillo.
A medida que mi mano avanzaba, el grosor del vello aumentaba y sentí una maraña de vello púbico. Mi mano siguió avanzando guiada por el calor que se irradiaba desde ese interior y por fin me tope con la pija de mi papa.
Había llego demasiado lejos y nada me detendría. Me incline de nuevo sobre mis talones. El precum salía de mi pija y fluía por el tronco rígido y una gota del líquido colgaba de su punta y cayo sobre la alfombra. Me pare. Mis manos se apoyaron sobre las piernas del soldado y se deslizaron suavemente hacia sus nalgas. Desde atrás de mi padre agarre su pantalón y lo fui bajando. Primero quedo su culo al desnudo, luego apareció su dura verga y finalmente quedo completamente sin ropa.
Mire fijamente la entrepierna de mi padre, hambriento por la gruesa polla que solo tenia a unos centímetros de mi boca. Coloque la palma de la mano sobre ese duro tronco y pude sentir la suavidad de su piel y unas pequeñas venas que sobresalían. Lleve la mano a mi rostro y aspire el olor a sudor y a macho que tenia mi padre. Una vez mas me incline hacia adelante poniendo la cara muy cerca de la entrepierna de papa, lo suficientemente cerca para poder oler su virilidad y sentir su calor en mi mejilla. Por unos minutos me quede contemplando esa pija dura mirándola una y otra vez desde los huevos hasta la punta, donde el prepucio me dejaba ver una parte de la rosada cabeza. Me acerque aun mas y mi lengua toco esa piel rosada y probo un sabor amargo que al principio rechace pero que luego no pude dejar de probarlo. Metí su poronga y la saque enseguida porque tenía miedo de despertar a papa. Pero el seguía dormido.
Entonces mis labios cubrieron toda su punta. Conté hasta tres, cerré los ojos y la trague hasta el fondo de mi boca. Envolviéndola con los labios, su cabeza iba hacia adelante y hacia atrás una y otra vez sin detenerse saboreando el gusto a hombre que ya se esparcía por toda mi caliente y jugosa boca.
La volví a envolver entre mis dedos. Llegando a la punta mi mano resbalo hacia abajo una vez más, y esa vez revelo por completo la cabeza de la pija de mi padre. Volví a cerrar los ojos y mi boca busco ansiosa la poronga. Mi lengua encontró la punta y probé el precum que salía de ella a cada instante, al mismo tiempo que pensaba que si mi padre se despertaba yo no dejaría de chupársela.
Con la tremenda e intensa mamada mi cabeza se movía de adelante hacia atrás y viceversa en todo momento. Puse la mano sobre mi polla y la deslice furiosamente por todo su tronco sin dejar de mamar la pija paterna que me había traído a este mundo. No podía darle un mejor agradecimiento por eso.
Sentía en mi boca húmeda de tanta saliva y líquidos seminales que la dureza de aquella carne iba en aumento. Abrí los ojos para ver como me la tragaba por completo dejando fuera solo lo que no podía meterme, esos huevos que parecían a punto de estallar. Pero increíblemente papa no parecía consciente de lo que su hijo hacia en su entrepierna.
Una nueva descarga de precum se asomó por la punta mi pija mientras que mis dedos se perdían entre mis nalgas. Sin dejar de mamar la poronga paterna lleve los dedos hacia mi boca y los humedecí con la salida que goteaba de mis labios. Mi mano se metió entre las nalgas peludas del soldado y encontró la apertura peluda que fui presionando con mi dedo húmedo. Entonces las piernas del soldado se abrieron ligeramente.
Me quede congelado. Tuve que sacar la pija de mi boca y tomar un poco de distancia. Mi padre había movido la cabeza pero su rostro aun estaba relajado. Seguía todavía dormido. Mi corazón al verlo sintió un gran alivio y mi boca retomo la succión al mismo tiempo que mis dedos volvieron a estimular el ano de papa. Mi dedo intentaba meterse en el apretado anillo y una vez mas mi padre hizo un movimiento hacia arriba. Esa vez no me preocupe y volví a pajearme mientras que en la boca y en la garganta la pija de mi padre parecía continuar creciendo.
Mi pija ya no aguanta más. Saque la mano izquierda del culo de mi padre y con ambas manos comencé a jalar mi pija furiosamente.
En mi boca sentí que el armamento de mi padre estaba a punto de comenzar a disparar. La leche hervía en sus huevos y la erupción estaba cerca. Presione mis labios herméticamente alrededor de la tranca dura de papa y sentí como las venas iban en aumento. Y en ese momento descargas continuas de semen golpearon contra mi garganta. Aleje mi boca y deje que las gotas espesas cayeran sobre mi rostro. Salpicadura tras salpicadura lo dejaron cubierto de tibia leche paterna. El líquido caliente cubrió mi lengua y mis mejillas y salpico mis labios.
Froté la mano en mi rostro para humedecerla con ese tibio líquido y la lleve a mi pija. Jalada tras jalada y luego el semen salió disparado con fuerza hasta muy alto en el aire y cayo sobre mis hombros y el pecho. Había experimentado el más delicioso e inolvidable placer de mi vida. Los restos de semen en mi cuerpo mezclados con los de mi padre me los lleve a la boca lamiendo intensamente la palma de mi mano y dedos. Tibio y salado sabor al que me hice adicto.
El viudo soldado abrió apenas sus parpados pesados y me miro cuando frotaba la mano en todo mi pecho y segundos después los volvió a cerrar para continuar con sus sueños.
FIN.
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Texto e ilustraciones Josman.Publicado originalmente en Handjobs Magazine.
Traducción anónima, probablemente basada en la que aparace en Baratime&yaoi, y extraída del usuario Feche del foro Xtasis.
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